La principal duda que suele surgir, en el momento de preparar la peregrinación en bicicleta por el Camino de Santiago, es la de la cantidad de ropa a llevar; en estas circunstancias, es tan perjudicial el exceso como el defecto. El primero de ellos nos supone carga adicional y el segundo de ellos, un gasto a lo largo del Camino y una reordenación, a veces imposible, del espacio disponible.
En primer lugar voy a enumeraros de la ropa que considero necesaria, notese que esto está pensado para peregrinos en bicicleta durante los meses de verano, cuando, nada más llegar al destino de la etapa la lavas y para el día siguiente ya lo tienes practicamente seco.
• Tres pares de calcetines, es conveniente cambiarselos despues de cada rodada y dejar dos para rodar y otro de ellos para despues.
• Tres maillots, uno con manga corta y dos sin mangas.
• Dos culotes cortos, no son aconsejables los largos en verano, a primera hora pueden parecernos necesarios pero, una vez entremos en temperatura nos darán un calor excesivo.
• Casco, no solo es fundamental también es obligatorio en vias interurbanas.
• Gafas de sol, os serán utiles tanto para el sol como para el viento, e incluso para quitar el aire de los ojos en las bajadas.
• Un par de guantes de ciclismo cortos.
• Chubasquero fino; tened presente que Santiago de Compostela es la ciudad de España donde más llueve de toda España, es muy probable que, en los días que cruceis Galicia os encontreis alguno de ellos con lluvia, “herballo” o niebla.
• Una prenda de abrigo, ya que, al entrar en Galicia comenzareis a notar frio por las mañanas.
• Zapatillas, principalmente de MTB.
Y con esta ropa, salvo problemas puntuales, podreis llegar hasta Santiago de Compostela, eso sí, conviene dejar algo de espacio libre en las alforjas (o en la mochila) por si surje cualquier eventualidad y necesitais algo de ultima hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario